A las 13:30 nos reuníamos en la plaza Las Batallas alrededor de 50 personas listas para partir rumbo hacia Lucena en el autobús fletado por Orgullo Lagarto. El viaje muy corto, poco antes de las 3 de la tarde llegábamos al municipio cordobés, dónde apenas sin tiempo entramos a un bar dónde nos reunimos con muchos aficionados jiennenses que ya se encontraban allí, alrededor de unos 100.
Tras comer, beber y calentar gargantas, cogimos todo el material del autobús, la pancarta, megáfono, bombo y 15 banderas y partimos en corteo hacia el estadio.
Cerca del estadio, encendimos una bengala mientras hacíamos acto de presencia ante la mirada de seguidores lucentinos desde dentro del estadio.
Tras comer, beber y calentar gargantas, cogimos todo el material del autobús, la pancarta, megáfono, bombo y 15 banderas y partimos en corteo hacia el estadio.
Cerca del estadio, encendimos una bengala mientras hacíamos acto de presencia ante la mirada de seguidores lucentinos desde dentro del estadio.
Una vez en la entrada del estadio, nos clavan 15 euros por una entrada en una grada supletoria con 3 filas de asientos y una visilidad malísima del terreno de juego.
Pero eso no es todo, el guardia de seguridad que había en la entrada, nos requisó casi todas las banderas, por tener palos de PVC y poder agredir físicamente… Al final solo pudimos entrar 2 banderas, mientras que la “peña” Marea Azul Juani tifó con unas 20 banderas.
Una vez que por fin entramos al estadio, colocamos la pancarta, y como no, el mismo guardia de seguridad, nos hizo cambiarla de sitio. La grada de fondo norte, repleta de aficionados jiennenses, entre OL, SB, la PDRJ y más aficionados, en torno a unos 200-250.
Tras saltar los jugadores al terreno de juego, comienzo de cánticos, lanzamiento de rollos de papel y encendido de un bote de humo de color morado. En la primera parte la animación fue más o menos buena, pero no demasiado, debido a que el equipo no acompañaba.
En la segunda parte, el Real Jaén creó más ocasiones de gol, y la animación fue espectacular, animando los 200 seguidores blancos sin parar.
Destacar la presencia de sectores de aficionados lucentinos, que se dedicaron a insultarnos y hacernos gestos durante gran parte del encuentro, viendo el repaso que les estábamos dando en la grada.
ORGULLO LAGARTO, HINCHAS INCONDICIONALES
Una vez acabado el partido, salimos, y como siempre, los bocazas que insultan por foros y dentro del estadio, no estaban. Los invitamos a que se acerquen a Jaén en el partido de vuelta. Nunca es bueno generalizar, así que un saludo para la afición lucentina en general, que se dedican a animar a su equipo y no a insultar.
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